domingo, 20 de septiembre de 2009

Siento como si todos los vacíos -infinidades de vacíos-, estuviesen posados en los límites de mi alma. Mi cuerpo nunca mucho hizo por mí; pero no lo culpo. Ahora mi mente se burla; se burla de la impotencia, soledad, oscuridad; impotencia que invade mi alma, soledad que invade mi espíritu, oscuridad que los rodea.
¡AAAAAAh! Quiero salir de esta poderosa sensación, de este invento mental; ¿cuándo vas a madurar, Mente? ¿Sabrás algún día que nos inventas sensaciones de congoja, y las disfrazás de transición? ¿Sabrás algún día de tu gran mentira, de tu propia mentira?

Alma, Espíritu, Cuerpo: ¡Preparémosnos! No estemos separados, no seamos libres de hacer nuestra voluntad, sólo por un momento. Conquistémosnos el uno al otro, dominémonos; seamos una pandora. Si vos, Alma, te sintieses desolada, entonces vos, Espíritu, estarías lejos, y vos, Cuerpo, te sintieses decaído. ¡Aprendamos a solucionar ésto como unidad!
Nuestra mayor victoria será cuando logremos integrar a nuestra cofradía a La Mente. Por fin, convertidos en un ser estaríamos; soy víctima de la ira impotente, por no verlos unidos.

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