lunes, 22 de junio de 2009

A tiring day (Un día tirante)

Hoy fue como ayer: rutinario, aburrido, monótono. Los tiempos se mueven de manera idéntica, y la percepción de las cosas también. Por ahora hay que sentarse, y ponerse en una postura, para poder mantener un equilibrio ¿A quién no le gusta estar equilibrado? A mí me gusta. Es gratificante. Es armonioso, como la palabra lo denota. También me ayuda a concretar mis objetivos y mis pensamientos. A ninguno le viene mal eso

















































¿Los objetivos son para cumplirse? Y, nuestros padres podrían decir que sí. No sé. Nos educan en un margen. Eso incluye que los objetivos se cumplan ¿No? Lo más relevante de este día es nada. Lo más resaltante es que me sentí con un terrible cansancio y fatiga (no por causas fisiológicas/físicas), que me derrumbo después de salir de la pileta. Pero... no es normal. Es como si me hubiesen desinflado. El globo ya no tiene ganas de volar sin aire. El aire se enamoró de otro globo, y se fue; lo dejó solo al globo desinflado y exánime. Supongo por esa comparación que un mecanismo similar se da cuando la energía se mueve, atraída por algo. Un algo que yo no preeví, para el caso.




















En realidad, quién sabe. Tal vez estoy divagando por mi mente y estoy escribiendo mierda. Lo más probable es que sea así, porque no me estoy gastando en ser ni un poco expositivo e ilustrado. No tengo ganas. Imagínense, escribir con los dedos cansados. Qué agonía. Qué esfuerzo infidecimal tiene que hacer una célula para mover un dedo; qué gran esfuerzo que tiene que hacer. Tal vez de eso no nos damos cuenta cuando pensamos que vamos a resistir,pero terminamos cediendo por nuestras células sobreexigidas. Pobres células.