domingo, 20 de septiembre de 2009

NEGRO Y PÚRPURA. Ah, esto me motiva un poco más que el blanco vacío
Soy tan abstracto, a veces, que no puedo ser ni por asomo alguien concreto. Quisiera a veces poder hacer tocar mis conceptos y aforismos con la realidad. Sería grandioso, yo lo disrutaría; pero sufro por no poder hacerlo. También sufro por la soledad, y por la impotencia. La primera es una sensación total e inmensa, y la última, es mi sensación, la de encontrarme solo en un universo del que me faltan fuerzas para salir. ¡Seré yo! O serán los demás... no lo sé. Pero los demás permanecen en los límites de mi soledad, porque mi soledad es consecuencia de la falta de compañía, y no digo que no la tenga, pero a veces me hace falta algo más que material. Retención. Podría escribir mucho mejor si tan solo tuviese una compañía anímica a mi lado. Podría ser menos sistemático, podría disfrutar de algunas palabras hermosas, y plasmar mi zozobra, incluso mi dolor, con más disfrute. Y me sentiría contento del alma. Últimamente me sentí contento, en algún momento. Sin embargo, cada día descubro que no puedo quedarme parado en un mismo lugar por mucho tiempo, porque se desmorona; entonces, no sería ese el lugar adecuado para mi peso. Para encontrar un cimiento más sólido, no me queda más que seguir avanzando, hasta encontrarlo. Pero esto es, por otro lado, una búsqueda personal. Mi derredor no tiene que hacer nada en esto; tal vez solo observar. Pero no creo que observen, porque ellos también tiene que realizar su propia búsqueda. De manera que acá me encuentro, de nuevo, Solo.
Siento como si todos los vacíos -infinidades de vacíos-, estuviesen posados en los límites de mi alma. Mi cuerpo nunca mucho hizo por mí; pero no lo culpo. Ahora mi mente se burla; se burla de la impotencia, soledad, oscuridad; impotencia que invade mi alma, soledad que invade mi espíritu, oscuridad que los rodea.
¡AAAAAAh! Quiero salir de esta poderosa sensación, de este invento mental; ¿cuándo vas a madurar, Mente? ¿Sabrás algún día que nos inventas sensaciones de congoja, y las disfrazás de transición? ¿Sabrás algún día de tu gran mentira, de tu propia mentira?

Alma, Espíritu, Cuerpo: ¡Preparémosnos! No estemos separados, no seamos libres de hacer nuestra voluntad, sólo por un momento. Conquistémosnos el uno al otro, dominémonos; seamos una pandora. Si vos, Alma, te sintieses desolada, entonces vos, Espíritu, estarías lejos, y vos, Cuerpo, te sintieses decaído. ¡Aprendamos a solucionar ésto como unidad!
Nuestra mayor victoria será cuando logremos integrar a nuestra cofradía a La Mente. Por fin, convertidos en un ser estaríamos; soy víctima de la ira impotente, por no verlos unidos.

Un seis, un nueve

Los separan
Tres hectáreas
Tres universos
Tres parcelas
Tres hojas
Tres metros
Nunca se animaron
a encontrarse
ni a sentirse.
¿Sabían de su extraña
naturaleza recíproca?
No.
Eran sólo dos almas paralelas
de negación,
negadas
¡Encuéntrense!
Logren cegar a la indiferencia
¡Enamorense!
Vivan atados
¡Vivan de su diferencia!