sábado, 4 de julio de 2009

Lucio se estaba bañando. Las casualidades convergieron, y en el momento en el que la espuma se escurriría por su cuerpo, el llanto de la ducha se calmó ¿Qué había pasado?

Se había quedado sin agua Lucio. "LA CONCHA DE MI VIEEEEEJAAAAA", exclamó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario